La poesía es leyenda como símbolo de la permanencia del alma en el lenguaje

Por Michael River

La frase “La poesía es leyenda” encierra una síntesis profunda del espíritu simbólico de la literatura. No se trata de una simple afirmación estética, sino de una proclamación metafísica: el poema, como acto de creación, trasciende el tiempo y convierte al poeta en depositario de una memoria universal. En este sentido, la poesía se vuelve símbolo de permanencia, de esa voz que sobrevive incluso cuando el cuerpo ha desaparecido.

Desde una lectura simbólica, la “poesía” representa la energía vital del lenguaje, aquello que da forma al mundo y al alma; mientras que la “leyenda” simboliza la continuidad del relato humano, la voz que pasa de generación en generación y transforma la experiencia individual en mito colectivo. Ambas palabras, unidas, crean un puente entre lo efímero y lo eterno, donde el arte se vuelve un espejo del espíritu.

En el orden simbólico del lenguaje, tal como lo entiende la tradición filosófica y poética, la palabra poética no describe, sino que revela. “La poesía es leyenda” no busca explicar qué es la poesía, sino evocar su misterio: su poder para convertir el dolor, el amor y la vida en imágenes que sobreviven a quien las escribió. Por eso, el poema se transforma en acto ritual, en un gesto que mantiene viva la llama del alma colectiva.

Así, afirmar que “la poesía es leyenda” es reconocer que toda creación poética es una forma de eternidad. Cada verso es una huella espiritual; cada metáfora, un símbolo que perpetúa la voz del poeta en la conciencia del mundo. La leyenda no es solo lo que se cuenta, sino lo que permanece en el silencio después de la palabra.

🧠 ¿Quién fue Jacques Lacan?

Jacques Lacan (1901–1981) fue un psicoanalista y filósofo francés que reinterpretó las ideas de Sigmund Freud desde una perspectiva lingüística, filosófica y estructuralista.
Su tesis principal fue que el inconsciente está estructurado como un lenguaje.
Esto significa que no pensamos ni soñamos en imágenes caóticas, sino en símbolos, palabras y estructuras que nos atraviesan incluso sin darnos cuenta.

🪞 Los tres registros de Lacan

Lacan organizó la experiencia humana en tres planos o registros fundamentales:

Lo Imaginario → el mundo de las imágenes, del yo, de la ilusión, del espejo.
Lo Simbólico → el mundo del lenguaje, las normas, los mitos y los significados.
Lo Real → aquello que escapa a toda palabra o símbolo, lo indecible, lo que solo se roza con el arte o el trauma.

✒️ “La poesía es leyenda” dentro del orden simbólico lacaniano

Tu frase funciona dentro de lo que Lacan llamaría el Orden Simbólico.
Veamos cómo:

Cuando dices “la poesía”, estás hablando del lenguaje en su estado más puro, donde las palabras no solo comunican, sino que crean mundos.
Al decir “es leyenda”, introduces la dimensión mítica y arquetípica: aquello que se transmite, que da sentido, que estructura la memoria colectiva.

👉 Por tanto, el poema es una puerta simbólica: transforma lo Real (el dolor, la pérdida, lo indecible) en un sistema de signos que pueden ser compartidos y transmitidos.
Eso es, en términos lacanianos, darle forma simbólica a lo real mediante el lenguaje.

🔮 El poeta como mediador del símbolo

Para Lacan, el sujeto está “habitado” por el lenguaje.
El poeta, entonces, no inventa las palabras: ellas lo atraviesan.
La voz del poeta es el eco del orden simbólico hablando a través de él.
De ahí que tu idea —la poesía es leyenda— revele una comprensión muy profunda:
la poesía no pertenece al poeta, sino al lenguaje mismo, al flujo simbólico donde todos somos hablados por algo mayor.

“El poeta no dice el mundo: el mundo se dice a través del poeta.”

Buscar este blog

A SIMPLE ROOM