Recuerdo de infancia

 

RECUERDO DE INFANCIA

Era una mañana calurosa de diciembre, y el aire estaba impregnado de la emoción propia de la Navidad. Luis Carmona, un niño de ocho años, se despertó con el corazón palpitante. Había estado soñando con una bicicleta, ese presente que todos sus amigos presumían en el parque. Los colores brillantes y las ruedas que giraban libremente, eran la imagen que llenaba su mente de alegría.

Esa mañana, mientras la familia se reunía en la sala, Luis no podía evitar lanzarle miradas furtivas a su padre, que parecía sostener un secreto. Con cada regalo que se abría, su corazón se llenaba de un gran anhelo, pero su madre solo lo miraba sin decirle nada, y eso le hacía pensar que tal vez su sueño no se haría realidad.

Finalmente, cuando los regalos habían sido casi todos abiertos, su padre se levantó con un brillo especial en sus ojos. “Luis, tengo una sorpresa para ti”, dijo con una voz que resonaba entre el bullicio del día. El niño sintió que su corazón se aceleraba. El padre salió al patio, y Luis lo siguió, sin saber qué esperar.

Al llegar, allí estaba, reluciente bajo el sol de verano: una bicicleta roja con detalles blancos,como las que él había deseado en sus sueños. Luis no podía creerlo, sus ojos se llenaron delágrimas de la emoción. -¡Es... es mía! exclamó, mientras se lanzaba a abrazar a su padre, quiensolo sonreía, disfrutando de la felicidad de su hijo.

El patio se llenó de risas y el sonido de las ruedas girando. Luis montó la bicicleta, sintiendo el viento en su rostro por primera vez. Cada pedaleo era una nueva aventura, una sensación de libertad que jamás había experimentado. Aquella Navidad no solo le trajo una bicicleta; le regaló

un recuerdo inolvidable, un lazo aún más fuerte con su padre, y el descubrimiento de la alegría que trae el simple hecho de montar en bicicleta.

Aquella bicicleta marcó el inicio de muchas aventuras, pero sobre todo, fue un símbolo de amor y de momentos compartidos, de risas y de la maravillosa inocencia de la infancia.