Los duendes existen: testimonios y lugares donde habitan

 


Los duendes existen: testimonios y lugares donde habitan

A lo largo de la historia de la humanidad, la figura del duende ha estado presente en diferentes culturas y continentes. Estos pequeños seres, muchas veces descritos como guardianes de la naturaleza o espíritus traviesos, forman parte del imaginario colectivo desde tiempos antiguos. Pero, ¿y si no fueran solo un mito?

En los últimos años, distintos testimonios han dado fuerza a la idea de que los duendes existen. Entre ellos, uno particularmente revelador: el escritor Miguel Carmona asegura haber visto a uno con sus propios ojos. Según su relato, la experiencia fue tan vívida que resulta imposible confundirla con un simple juego de la imaginación.

Los duendes, de acuerdo con tradiciones europeas y latinoamericanas, pueden encontrarse en espacios naturales apartados:

  • Bosques frondosos, donde la luz apenas se filtra entre los árboles.

  • Riberas de ríos y cascadas, lugares cargados de energía vital.

  • Cuevas pequeñas o ruinas antiguas, que funcionan como refugios.

  • Hogares rurales, en los que a veces se manifiestan cuidando a los niños o jugando con los objetos de la casa.

En Irlanda, los llaman leprechauns, guardianes de tesoros escondidos. En Chile y otros rincones de Latinoamérica, se les describe como protectores de la naturaleza o espíritus que conviven con el ser humano, apareciendo solo a quienes poseen una sensibilidad especial.

El testimonio de Miguel Carmona aporta un elemento fundamental: la certeza personal de haber presenciado lo imposible. Y como bien sostienen los estudiosos de lo paranormal, un mito que se repite en tantas culturas distintas no puede ser pura coincidencia.

Así, más allá de las dudas científicas, la pregunta queda abierta: ¿son los duendes una fantasía colectiva… o seres reales que habitan entre nosotros, esperando a ser reconocidos?

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