El granjero y el duende irlandés
EL GRANJERO Y EL DUENDE IRLANDÉS
Había una vez un granjero que vivía en un tranquilo pueblo al pie de una montaña. Un día, mientras recogía hortalizas, tropezó con una brillante moneda de oro que brillaba como el sol. Intrigado, el granjero comenzó a excavar y descubrió un tesoro oculto bajo un arcoíris que se formaba cerca de una cascada en el bosque encantado.
Se decía en la leyenda que un duende irlandés guardaba el tesoro y sólo lo entregaba a aquellos de buen corazón. Curioso y emocionado, el granjero decidió investigar. Entonces, siguió el camino del arcoíris mágico que lo llevó a una hermosa casa escondite construida entre los árboles.
Cuando llegó, el duende apareció. Era pequeño y tenía un sombrero y traje verde. "Has encontrado mi tesoro," dijo el duende. "Pero solo te lo entregaré si demuestras tu bondad."
El granjero, amable y generoso, decidió ayudar al duendecillo a cuidar del bosque, plantando más árboles y cuidando de los animales. El duende, impresionado por su corazón noble, le otorgó una parte del tesoro.
Desde aquel momento, el granjero no solo enriqueció economicamente, sino que también se convirtió en el guardián del bosque encantado, preservando su magia y ayudando a los que venían a disfrutar de su belleza. Y así, la leyenda del granjero y el duende se convirtió en un cuento que recordaban todos en el pueblo, inspirando a otros a ser amables y a cuidar de la naturaleza.
Fin.
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