LA MALDICIÓN DEL REY DE ESCOCIA

 



LA MALDICIÓN DEL REY DE ESCOCIA

 

 Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en al año 1860, en el Reino Unido, vivía el Rey de Escocia, llamado Spencer Mac-karmo, su reinado era el mejor del mundo, era muy buen rey, siempre ayudando a toda la gente por igual, Escocia lo amaba y respetaba. Había cerveza en abundancia y mucha comida, lo conocían por su corona dorada, y por su talento con la espada. Practicaba deporte todos los días, era bueno para el arco y la flecha, comía carne roja cruda, para mantenerse en forma. Le gustaba el vino tinto, y escuchar a los músicos que tocaban alegremente canciones sobre la independencia. Las gaitas sonaban cuando lo veían pasar, tenía los ojos azules y la barba y el pelo largo, y una armadura de oro, por si tenía que enfrentarse a los enemigos en la guerra. No tenía piedad por sus rivales, era un guerrero formidable y valiente. Tenía 47 años y estaba casado con una mujer muy bella. Tenían dos hijos hombres de 15 y 10 años. Todos los días tomaban desayuno a la misma hora, en la mesa. Siempre habían huevos revueltos, salchichas, salames, pan, mantequilla, palta, frutas, jugos naturales, leche, té, café, etcétera. Y el almuerzo era a las dos de la tarde, el cheff principal preparaba deliciosas brochetas de vacuno, con cebolla, pimentón y tomate, una jarra de vino y jugo de naranja. Era una familia muy feliz.

El castillo era tremendo, de roca sólida, tenía varias torres y muchas habitaciones. Tenía un mirador de donde se veía gran parte del reinado. El sol ya se estaba ocultando en el horizonte, los colores rojos y naranjos se tomaban el cielo y las nubes, era un día más en Edimburgo.

 -Querida, ¿Como te sientes el día de hoy? -¿Como está tu salud?

-El médico dijo que vendría mañana en la mañana.

-Me siento mejor, ya no me duele tanto el estómago.

-Espero que se me pase algún día.

La reina estaba enferma, tenía cáncer de colon, le quedaba poco tiempo de vida, pero nadie sabía de esto, porque en esos tiempos no existían las radiografías, pensaban que era un simple retorcijón.  Pasaron varios años, hasta que una tarde cualquiera, Ana Duncan la esposa del rey murió, la tristeza era tremenda, la  fueron a sepultar al cementerio, con los demás integrantes de la familia.

-Que descanse en paz -Dijo el sacerdote- Y se persignó en el nombre del padre, del hijo y el espíritu santo, lanzaron miles de rosas encima de su ataúd, y la despidieron con honores, los hijos lloraban sin parar, todo el mundo vestía de color negro. El corazón del rey se había quebrado en mil pedazos para siempre. Pensaba en su interior, cuando sería el día que se volverían a encontrar.

"Oh Ana mía, te he perdido para siempre, te amo con locura, ya no sé con quién conversar" "Le pido a Dios que te cuide en su regazo, y que los ángeles bendigan nuestra historia, tuvimos una linda historia juntos". Se le caían las lágrimas al rey... Era hora de volver al castillo a dormir y descansar, el funeral había sido muy cansador.

Mientras tanto al otro lado del bosque encantado, vivían las brujas fastidiosas, haciendo brujerías para entretenerse, y llenar su corazón con maldad y tragedia. Su casa era pequeña y de madera, y los pobladores les temían, ninguna persona se atrevía a enfrentarlas, manejaban la magia negra a la perfección. Estaban preparando un caldo de gato negro para poder ver el futuro, patas de araña, perejil, zanahoria, una mantis religiosa, y un ratón vivo. Eran los ingredientes necesarios para poder predecir las cosas. Se reían como locas del psiquiátrico. Tenían una gran olla para poder ver el futuro incierto.

-Revuelve que revuelve. -La bruja más joven exclamaba en voz alta-

-Revuelve estos ingredientes, quiero ver el futuro. -Revuelve este caldo mágico, y dime ¿Que vez?. Entonces, comenzaron a aparecer imágenes del rey.

-Serás convertido en hombre lobo -Y nadie podrá ayudarte -La bruja segunda cantaba-

-Tienes que perder la corona -La corona será nuestra por fin

La bruja tercera: preparaba un conjuro para embrujar al rey de Escocia.

-Morirás pronto, tu corona ha sido robada -Ya no tienes como protegerte.

-Ja ja ja ja ja- -Las brujas no paraban de reír-.

Revolvían el caldo, y en un tazón de madera, lo arrojaban a la tierra, esperando que se cumpliera la profecía maligna contra el rey Mac-karmo, en el pasado el rey las había desterrado de Edimburgo, y se tuvieron que ir a vivir lejos del pueblo. Ellas querían su venganza, el rey no podría salvarse, sus poderes eras gigantescos. El trono estaba en peligro, el rey se convertiría en hombre lobo para la luna llena. Y saldría a matar a la calle, sin poder evitarlo. Era una trampa maléfica para quitarle la corona.

El rey había quedado embrujado sin saberlo, al despertar en la mañana se sentía un poco extraño, él creía que era por el entierro de su difunta mujer, y no le tomó importancia.

Tuvo un día sin mayores problemas, desayunó con sus hijos, y luego almorzaron. En la tarde el rey se sirvió un whisky de primera calidad, y se emborrachó hasta no poder más. Lloraba por su Ana Duncan, nunca más la volvería a ver, la extrañaba mucho. Finalmente se quedó dormido en el sillón de la chimenea, y comenzó a soñar que lo perseguía un lobo, y le mordía, la pierna derecha, el rey no podía escapar, corría por el bosque de pinos, pero el lobo era muy rápido y feroz y lo alcanzaba. El rey se despertó agitado, había sido al parecer solamente una pesadilla. Fue al baño y se mojó la cara para despertar. No sabía que era lo que pasaba. Pasaron unas semanas y le empezó a crecer pelo en el pecho, más de lo común, pensó debe ser la edad, pero al llegar la noche de luna llena en el cielo, perdió la conciencia; no se acuerda de nada de lo que hizo. Le llegaron las noticias que habían asesinado a un hombre en la noche, en la calle Royal Mile. No sabían que había pasado realmente, la policía estaba investigando. Pasó un mes más, y volvió a transformarse en el hombre lobo, su sed de sangre era tremenda, no lo podía evitar. Salió a la calle, una vez más, caminaba sin ser visto por nadie. Su fuerza y su velocidad eran extraordinarias, no dejaba huella, y al atacar no emitía ningún sonido. Atacó a un vendedor de periódicos que iba caminando a esa hora de la noche, el cuerpo apareció reventado, lo habían mordido ferozmente. Terror en la ciudad, decían las noticias, aparece otro muerto para la lluna llena. El rey Mac-karmo no se acordaba de lo que había sucedido, tenía unos pequeños recuerdos del ataque; poco a poco, comenzó a recordar, era el mismo quien convertido en hombre lobo había salido a matar.

Como era posible se preguntaba, al bajar la vista se dio cuenta, que había sangre en su ropa. Fue al baño y se lavó rápidamente antes que alguien lo viera. La policía le tocó la puerta al Rey de Escocia, lo fueron a entrevistar, le habían llegado los rumores que el rey había sido el culpable de este homicidio. -Buenos días su majestad, somos detectives, estamos investigando un caso muy importante. -Por favor queremos hacerle unas preguntas.

-Sí, por supuesto, en que puedo ayudarles. -¿Donde estuvo el día de luna llena? -Me dijeron que usted salía a recorrer la ciudad. -¿Donde iba tan tarde? -Lo vieron caminando por la calle Royal Mile, -¿Que puede decirnos al respecto?

El rey no supo que contestar, se puso nervioso y dijo que él no había sido, que nunca estuvo ahí el día de la luna llena, los policías se quedaron mirando, les pareció sospechosa la respuesta del rey, de repente llegaron los guardias, y le pidieron a la policía que se fueran, el rey estaba cansado y necesitaba descansar. Se fueron sin decir palabra alguna, ya sabían la verdad, era el rey de Escocia el asesino de aquellas víctimas, pero necesitaban más pruebas para poder meterlo preso.

Volvió a salir la luna llena y otra vez el rey escocés, convertido en hombre lobo salió a pasear por la ciudad de Edimburgo, pasaba por los parques mirando su siguiente víctima, tenía los ojos de color rojo, y podía escuchar a kilómetros de distancia. Justo iba pasando un señor en bicicleta, y el hombre lobo se le abalanzó sobre su cuerpo, lo mordió y rasguño con sus garras, pobre caballero; otra vez se había salido de control, y había matado sin misericordia.

La policía fue nuevamente a verlo a su castillo, el rey estaba almorzando con sus hijos como de costumbre, -¿Por qué me interrumpen? -Exclamó, enojado el rey- -Es la policía le dijo un mayordomo- -Quieren hablar con usted, su alteza. -Hágalos pasar a mi oficina. -Buenas tardes su majestad, lo venimos a ver nuevamente, queríamos preguntarle donde estuvo, esta última luna llena, era diciembre y estaba lloviendo, el  Rey les ofreció un poco de whisky, pero la policía lo rechazó inmediatamente. -Estamos trabajando -Le dijeron- -No podemos beber.

El rey contestó: Estuve en mi casa tomando whisky como de costumbre. -¿Por qué, que ha pasado?

-Nos llegó la información, que se le vio rondando el Parque de Hollyrood -¿Es eso verdad? -Ya le dije que estuve en mi castillo todo el tiempo, no me molesten más, soy el rey de Escocia. La policía se fue sin decir nada, sabían que el culpable era el Rey Spencer, pero no podían meterlo preso, porque era el rey de la gran Escocia, imposible de arrestar. Tenían que estar preparado paralo peor, no podían detener al hombre lobo, asesino en serie, cada luna llena se trasformaba y salía a matar en la ciudad.

 El rey asustado, pensaba que se podía ir preso, entonces, mandó a llamar a los mejores sabios de Europa para que le aconsejaran, el rey necesitaba ayuda urgente. El primero en llegar fue el nomo escocés, que custodiaba tesoros, tenía un libro de magía blanca para confabular hechizos. Le pidió al rey que le mostrara las manos. El nomo sabía mucho, tenía muchos años, vivía en el bosque encantado, estudiando brujería blanca, le encantaba hechizar a la gente mala. Tenía una barbita blanca y un gorrito rojo, y una pipa de madera. Después de dos horas el nomo se retiró, le dijo al rey que ya estaba listo, que podía descansar tranquilo. La magia blanca debería hacer efecto prontamente. Pero a la siguiente luna llena volvió a salir, y mató cuatro personas en distintas partes de la ciudad. La policía de Escocia no podía arrestarlo, era demasiado importante, y la ley no tenía suficiente peso para encerrarlo. Pasaron los meses, el hombre lobo atacaba sin piedad, la ciudad estaba conmocionada. Todo el mundo sabía que era la maldición de las brujas de corazón negro. El rey no quería ser hombre lobo, la corona corría peligro, sin embargo, nunca iban a poder meterlo a la cárcel. El juicio estaba a su favor, los fiscales y los jueces, no se atrevían a desafiar al Rey Mac-karmo, era muy poderoso. El Rey pidió que buscaran alguien más, que sorprendiera con una solución. Mandaron a llamar a un Gurú africano que tenía un bastón mágico; era el más inteligente del planeta, venía llegando de África con la sabiduría ancestral de su familia, de la tribu más antigua de Zimbabwe. El gurú al observar al rey, se percató que estaba preocupado, lo miró a los ojos, entendió lo que padecía.

Las brujas de mal, te han embrujado para siempre, el hechizo maligno no puede contrarrestarse, pero existe una solución al problema, cada vez que salgas a matar como el hombre lobo, deberás hacerlo en silencio, ósea en secreto, para que la policía no te pueda apresar, y no pierdas el reino. Tu mejor tesoro es tu corona, símbolo de poder y riqueza, y las brujas la quieren para ellas, vas a tener que asesinar en secreto, y solo así podrás vivir tranquilamente. El rey hizo caso, y cada luna llena que pasaba, salía a matar como un fantasma invisible al radar. La policía nunca pudo atraparlo; y el rey murió viejo en su castillo de piedra, y no pudieron enjuiciarlo jamás. Esta historia se contó por generaciones de generaciones hasta el día de hoy. El Rey Mac-karmo nunca pudo dejar de pensar en Ana Duncan, su mujer fallecida, le imploraba a Dios para que se volvieran a encontrar. Y así fue como Mac-karmo, el rey de Escocia, encontró paz en su alma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miguel Carmona, 2023


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