LOS FANTASMAS DEL BOSQUE ENCANTADO

 





LOS FANTASMAS DEL BOSQUE ENCANTADO

Soy un espiritista chileno, mi nombre es Miguel Carmona, estoy en una cabaña en el bosque, haciendo espiritismo, con una caja ouija que me compré por internet, quiero saber que va a pasar en el futuro, les voy a preguntar a los fantasmas que viven en el cementerio. Invocaré al fantasma de Nostradamus, para ver si realmente existen los fantasmas, nunca he visto uno.

Voy a encender una vela de color amarilla, para conectar con los espíritus del otro mundo, espero no me pase nada malo. Tengo ganas de ver algo asombroso, espero salga todo bien. Mi corazón no para de latir fuertemente cuando escucho, los sonidos de los muertos, caminando por la casa, se escuchan las cadenas y grilletes tocando el suelo. No sé quién me está mirando, hay alguien ahí, ojalá no sea un espíritu maligno. —Quién es dijo Miguel— Y las velas se apagaron por completo, aparentemente lo estaban penando, se le puso la piel de gallina, y no aguantó más el miedo y abrió los ojos. No había nadie a su alrededor, entonces Miguel pensó, que todo lo que había hecho era una tontería, los fantasmas no deben existir. Y se fue de regreso para su dulce hogar.

Estaba en un bosque de pinos verdes, lejos de la ciudad, por lo que se fue caminando lentamente, pensando en llegar a descansar, la noche era cálida y las estrellas brillaban en el cielo. Pero algo le decía que no todo estaba bien, algo lo venía siguiendo, Miguel sentía una presencia oscura. Comenzó a correr por el bosque, estaba muy oscuro, no se veía nada. Hasta que llegó a la autopista, empezó a hacer dedo, sin embargo, nadie lo llevaba. Los camiones pasaban velozmente, fuam fuam fuam, Miguel estaba desesperado. De repente una chica para el auto, le pregunta que le pasa, y lo lleva de vuelta a su domicilio.

Miguel le contó lo que había pasado, la mujer que manejaba, no le creyó nada de lo que le contaba, y lo dejó en una bencinera, Miguel al bajarse, se dio vuelta y el automóvil había desaparecido. Nunca más la volvió a ver. Aquella experiencia fue aterradora, desde ese día, Miguel cree que la señora que lo llevo, era un espíritu errante. Ya no sabe si está loco de la cabeza o realmente existen los fantasmas del más allá. Pero no volvió a tocar nunca más la caja ouija.




Fin.


MC 👻


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