LA MUERTE DEL JEFE DE LA MAFIA
LA MUERTE DEL JEFE DE LA MAFIA
Había una vez un poderoso jefe de la
mafia en Santiago que había retenido
el monopolio de la venta ilegal de
drogas en la gran capital. A través de su
red criminal, conseguía distribuir y
vender todo tipo de estupefacientes
en la ciudad, acumulando grandes
fortunas.
Sin embargo, su éxito no estaba
exento de peligros. Siempre
había enemigos rondando, tratando
de arrebatarle su posición y poner
fin a su imperio. Por eso, el jefe
de la mafia siempre viajaba armado
con una metralleta, y un
guardaespaldas estaba encargado
de su protección.
A pesar de la presencia policial, que
supuestamente luchaba contra el
narcotráfico, la corrupción de algunos
policías facilitaba su actividad
delictiva. Era común recibir un
soborno para proteger o encubrir
sus actividades.
Pero como todo en la vida, su poder
tenía un costo altísimo. El jefe de la
mafia acumulaba una gran cantidad
de enemigos que no dudaban en
contratar a sicarios a sueldo, para
acabar con su vida. Las muertes eran
inevitables en su vida y la de su
organización.
Este cuento es un recordatorio de
que la vida criminal finalmente tiene
malas consecuencias, y que la violencia
solo engendra más violencia. La
historia termina con el jefe de la
mafia siendo asesinado en una
balacera por una banda rival
en la sombra, dejando atrás todo
su dinero y su enorme legado.
MC
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