LA BICICLETA ROJA DEL RASTAMAN

 



LA BICICLETA ROJA DEL RASTAMAN


Había una vez un joven llamado Edie 
que se ganaba la vida vendiendo 
marihuana en la gran ciudad. Edie 
también conocido como "el rasta" 
era un apasionado defensor de lo 
natural, y creía en los beneficios 
medicinales de la planta.
Para Edie el microtráfico no era más 
que una forma de conseguir dinero en 
efectivo para poder pagar su alquiler 
y mantener su estilo de vida. Con su 
bicicleta, se movía por los edificios 
de la ciudad haciendo entregas a 
domicilio a sus amigos y conocidos.
A pesar de que Edie era muy cuidadoso 
en su trabajo, siempre estaba alerta 
y temía encontrarse con algún carabinero 
en su camino. Sabía que lo que hacía 
era ilegal, pero también sabía que muchas 
personas como él, dependían de esta 
medicina para poder sobrevivir.
Una tarde mientras entregaba unos 
cogollitos a un amigo, fue sorprendido 
por un perro policial que lo seguía de 
cerca. Edie intentó escapar, y logró
escabullirse por un callejón.
Aunque al principio pensó que todo 
se iba a complicar, pudo salir libre 
gracias al apoyo de sus amigos y a 
su talento para burlar la ley. Desde ese 
día, Edie aprendió la lección de no bajar 
la guardia y de ser más cuidadoso en 
su trabajo.
A pesar de los riesgos y obstáculos, 
Edie el rastaman continuó vendiendo 
marihuana y defendiendo su causa. Sabía 
que su trabajo era peligroso, pero 
también sabía que lo hacía por una razón 
justa y noble. Y así el rasta se convirtió en 
una leyenda en la ciudad, un símbolo de 
lucha por la libertad y la justicia.




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