SANTIAGO ESTÁ EMBRUJADO POR SIEMPRE
SANTIAGO ESTÁ EMBRUJADO POR SIEMPRE
Había una vez una gran ciudad llamada Santiago de Chile, se decía estaba embrujado por brujas y fantasmas. La gente de la ciudad evitaba salir de noche y algunos incluso decían haber visto hasta unos zombies rondando por las calles y cementerios.
Un día el 17 de marzo, como de costumbre, todo el pueblo se vestía de verde para celebrar el día de San Patricio. Las calles estaban adornadas con guirnaldas verdes y quien no llevaba alguna prenda de ese color era señalado como un desertor y un aguafiestas.
Pero la celebración se vio interrumpida por un extraño suceso. Una densa neblina empezó a cubrir todo el lugar y de ella empezaron a surgir las sombras de las brujas y los fantasmas. La gente se asustó y salió corriendo en todas direcciones, aterradas por aquella situación.
Sin embargo, un grupo de jóvenes decidieron enfrentar a los espíritus malvados, y armados con sus instrumentos musicales y sus mejores pasos de baile, se acercaron a las brujas y les pidieron que se unieran a la celebración.
Las brujas y los fantasmas se sorprendieron por la valentía y audacia de los jóvenes y poco a poco la neblina se fue disipando. A medida que la música y el baile invadían el aire, las sombras empezaron a desvanecerse y pronto el pueblo se veía de nuevo despejado y lleno de vida.
Desde ese día, Santiago se convirtió en un referente en la celebración del día de San Patricio, y aunque las brujas y los fantasmas todavía se dejan ver de vez en cuando, ya no son un motivo de terror para sus habitantes.
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