EL CUERVO NEGRO DE PEÑAFLOR

 


EL CUERVO NEGRO DE PEÑAFLOR 


En Peñaflor, un granjero trabajaba en su granja cultivando zapallos, acelgas y tomates. Todos los días, se levantaba temprano para trabajar la tierra y cuidar de sus cultivos. Pero un día mientras trabajaba en su granja, escuchó un extraño sonido que venía de un árbol cercano.


Al acercarse, descubrió que era un cuervo que había quedado atrapado en una rama. El granjero decidió ayudar al cuervo y lo liberó de la rama. Agradecido, el cuervo le dio un consejo al granjero: "Si quieres que tus cultivos crezcan fuertes y saludables, debes trabajar la tierra con un rastrillo cada atardecer".


El granjero siguió el consejo del cuervo y comenzó a trabajar la tierra con un rastrillo al atardecer. Para su sorpresa, sus cultivos comenzaron a crecer más fuertes y saludables, como nunca antes. Los zapallos eran más grandes, las acelgas más verdes y los tomates más jugosos.


El granjero se dio cuenta de que el consejo del cuervo había sido muy valioso, y decidió agradecerle por su ayuda. Así que al terminar de trabajar el huerto, preparó una pequeña porción de su cosecha y se la llevó al cuervo.


El cuervo estaba muy contento por el gesto del granjero y le dijo: "La naturaleza siempre nos da lo que necesitamos, solo tenemos que saber escucharla". Desde ese día, el granjero aprendió a escuchar los sonidos de la naturaleza y a trabajar armónicamente con ella.




FIN


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